El desarrollo de las habilidades artísticas en la infancia
garantizan una sana convivencia; el arte en cualquiera de sus expresiones (música, danza, literatura, teatro,
pintura) es una habilidad que incorpora una buena coordinación y disciplina; permite el desarrollo
de competencias e inhibe conductas ociosas o perjudiciales para la salud
física y psíquica del niño en un futuro.
Tomado de: https://es.scribd.com/document/201927434/La-importancia-de-la-educacion-artistica-en-el-desarrollo-infantil.Con fines educativos
El taller que se presenta a continuación va enfocado a la práctica de algunas actividades importantes en el desarrollo sensomotríz de los niños y las niñas, La actividad consiste en practicar los ejercicios propuestos en los tres componentes, a la escuela deben llevar constancias de los mismos en la semana siguiente a la entrada de descanso, la cual inicia el día 9 de Julio
1. El dibujo de formas básicas: (10 ejercicios mínimo)
Estos son algunos ejemplos para practicar, pero existen muchos más que se pueden elegir de acuerdo con las preferencias de cada uno.
2. La técnica de Colorear (4 ejercicios Mínimo)
Algunos Ejercicios
Descargar y practicar utilizando la técnica apropiadamente según se muestra en el vídeo, igual se pueden utilizar imágenes distintas a las aquí expuestas.
3. Desarrollar la expresividad a través de la interpretación textual. (2 Ejercicios Mínimo)
El niño deberá leer y/o escuchar un cuento corto y representarlo gráficamente en un dibujo, utilizando las formas, imágenes e ideas que considere importantes, aplicar lápiz de color.
Sugerencias de cuentos:
Cuentos Con Enseñanzas En este Link hay muchos cuentos para trabajar. Uno de ellos está a continuación:
Goldi, una princesa diferente
Valor: Autoestima
El mundo de los cuentos esperaba a su nueva princesa. Prepararon todo con esmero,pero no contaban con que fuera gordita. Nada de lo que habían preparado sirvió: ni los vestidos, ni el baile, ni las páginas del cuento,ni siquiera la historia de amor con el príncipe… nada. Pensaron que se trataba de un error, pero la máquina de crear princesas lo confirmó cien veces: Goldi era la princesa perfecta.
Volvió loco al sastre de palacio que, acostumbrado a lujosos vestidos de cinturita de avispa, no sabía cómo hacer ropa deportiva, pantalones o camisetas.
Volvió locas a las damas de la corte, cuando rechazó al guapísimo y admiradísimo príncipe azul preparado para ella, y se casó con un chico bajito y delgaducho, pero muy divertido.
Volvió locos a los generales del reino, cuando el país entró en guerra y, en lugar de esperar tranquilamente en palacio, decidió dirigir la batalla ella misma.
Volvió locos incluso a los escribanos, quienes tuvieron que buscar para su cuento un libro mucho más ancho en el que hubiera sitio para ella.
Pero aprovechó aquel libro tan gordo para llenarlo de historias y aventuras, de ocurrencias divertidas y frases sabias, de personas interesantes a las que conocer y de amigos y amigas fantásticos que nunca hubieran pensado que podrían aparecer en un cuento de princesas, porque jamás habrían entrado en libros tan delgados.
Y casi nadie lo sabía, pero el resto de princesas, guapísimas y delgadísimas, estaban aburridas de vivir siempre las mismas historias tontas de amor a primera vista en las que ellas nunca hacían nada interesante -entre otras cosas, porque esas historias simples eran las únicas que cabían en sus finísimos libros-. Por eso, cuando leían el cuento de Goldi, la princesa gordita, sentían la mayor de las envidias, y pensaban para sus adentros: esta sí que es una princesa perfecta.
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